La perrera está desbordada
La perrera municipal está desbordada, a tope. No da más de sí, reconocen alarmados sus responsables, que observan como en esta época del año la actividad se multiplica. Abandonar mascotas se convierte en una costumbre. «Siempre ocurre, pero este verano está siendo muy duro. Hemos llegado a tener diez perros en un solo día», explica Laura Varaldi, la encargada del refugio San Jorge. En su página web oficial esa voz de alarma ya se ha lanzado. «Necesitamos varias casas de acogida de forma urgente», es uno de los mensajes que se pueden leer. Uno de los que mejor refleja esa angustia de no saber ya cómo hacer hueco a los animales que siguen llegando. «No cabemos más», resume Varaldi. Las instalaciones acumulan de la mejor forma posible casi 200. En total, 95 perros y otros 80 gatos.
El SOS se repite. Hasta por triplicado en algunos casos. Cada día es una aventura para los voluntarios y trabajadores de un espacio que supera ya en casi un 60 por ciento su aforo. En realidad, ya son 35 canes más de los que debería haber. La esperanza de Varaldi y sus compañeros es que vayan surgiendo familias que quieran adoptar y hacerse cargo de esos animales. Pero eso es algo que no siempre sucede.
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