El genoma de la oveja: los secretos de la panza y la lana
Un consorcio científico de ocho países ha leído el genoma de la oveja, uno de los primeros animales domesticados en la revolución neolítica, en un intento de mejorar y racionalizar la producción de lana. Y también de comprender los secretos del estómago de los rumiantes, cuya eficacia para digerir la hierba –uno de los alimentos más pobres y correosos imaginables— sería muy bien recibida por la industria para generar biocombustibles más sostenibles, basados en los residuos de la agricultura alimentaria convencional.
El genoma de la oveja, que ha llevado ocho años de trabajo a 73 científicos de 26 instituciones de todo el mundo, revela, según los autores, “los eventos genómicos y transcriptómicos” –es decir, los cambios en la estructura de los genes y las variaciones en sus niveles y lugares de activación— que están asociados con la evolución del rumen (o panza, la primera cámara del sistema digestivo de los rumiantes) y con la del peculiar metabolismo de las grasas de estos animales, imprescindible para la producción de su lana. El trabajo se presenta enScience.
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