Nuevas estrategias para mejorar el secado de la vaca de leche

El periodo seco comprende aproximadamente dos meses en el ciclo de la vaca lechera, que corresponden a una etapa de descanso en la producción de leche justo antes del parto. Es un periodo crítico para la regeneración celular de la glándula mamaria y, por lo tanto, para asegurar una buena productividad en la siguiente lactación. No obstante, es también un periodo decisivo porque existe un gran riesgo de contraer infecciones intramamarias (mastitis) que pueden comprometer la producción de leche en el posparto y requieren la administración de antibióticos, con el riesgo asociado de incrementar el problema actual de resistencias a antibióticos y de rechazo social. Todo ello, junto a la preocupación por el bienestar del animal al inicio del secado, periodo durante el cual se acumula gran cantidad de leche debido al cese del ordeño, alienta a los investigadores a encontrar estrategias alternativas de control y optimización del secado de la vaca de leche.

Riesgos del secado

Fisiológicamente, el estancamiento de la leche que se produce al eliminar el ordeño del animal va asociado a una serie de señales moleculares que inducen factores proteicos y hormonales que inician la involución activa de la glándula mamaria en el secado. La involución conlleva procesos de muerte celular y fagocitación o engullimiento de restos de secreción de leche que remodelan el tejido de la glándula mamaria. La degradación de la matriz extracelular (tejido que sustenta el parénquima secretor) es la señal clave que desencadena todo el proceso de involución y muerte celular mediante procesos de apoptosis [18]. Las metaloproteinasas de matriz (MMP) son enzimas primordiales en este proceso [19]. Además, a las MMP también se les asignan funciones de liberación de factores de crecimiento y citocinas que modulan a su vez el crecimiento de nuevas células secretoras, la regeneración del tejido de la glándula mamaria y la activación del sistema inmunitario [19]. En este proceso de remodelación de la glándula mamaria se rompen las uniones celulares llamadas tight junctions y hay un mayor intercambio y mezcla de algunos componentes entre la sangre y la leche. Por ello, componentes del flujo sanguíneo como IgG, albúmina y sodio, que pasan de la sangre a la leche, son utilizados como indicadores de involución de la glándula mamaria. Otros componentes, como el potasio, en cambio, pasan de la leche a la sangre. Por otro lado, el estancamiento de la leche y la propia involución también refuerza la estimulación de la contracción del tejido secretor para que cese la síntesis de proteínas de la leche como son la caseína y la lactoalbúmina.

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