Síndromes colibacilares en el ganado porcino

Artículo publicado en la revista Suis nº 134. Entra en nuestra tienda online y escoge la modalidad de suscripción a Suis que más te guste.

La colibacilosis puede presentarse tanto en el intestino, donde provoca un cuadro de enteritis y diarrea, como a nivel sistémico. En este último caso se pueden originar dos procesos distintos: la enfermedad edematosa o enterotoxemia y la septicemia causada por E. coli. La presentación de una u otra forma clínica de la enfermedad está relacionada con la presencia de ciertos factores de virulencia como las diferentes adhesinas y toxinas, así como con factores ambientales, higiénicos, nutricionales y de manejo de los animales.

Escherichia coli, el agente

Theobald Escherich describió la bacteria por primera vez en heces humanas en 1885, y la consideró un microorganismo comensal. Pertenece a la familia Enterobacteriaceae, es un bacilo gramnegativo que presenta flagelo, fimbrias y cápsula.

Desde su descubrimiento se han utilizado distintas técnicas de laboratorio para su identificación y clasificación. En 1947 Kauffman propuso la clasificación serológica o serotipado de E. coli basándose en la determinación de los antígenos superficiales. Los antígenos superficiales que pueden presentar las cepas de E. coli son cuatro:

  • Antígeno O: está presente en la membrana externa y es termoestable.
  • Antígeno K: presente en la cápsula. Hay tres variedades de antígeno K (A, B y L), son termolábiles y se inactivan a distintas temperaturas.
  • Antígeno F: presente en las fimbrias.
  • Antígeno H: es de naturaleza proteica (a diferencia de los dos anteriores). Está presente en el flagelo y es termolábil.

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