Día Mundial de la Vida Silvestre – Preservar la sanidad animal, la salud humana y la biodiversidad
A través de su mandato general de mejorar la sanidad y el bienestar de los animales en todo el mundo, la OIE ha participado activamente en la vigilancia y la protección de la fauna silvestre y la biodiversidad desde la década de 1980.
Los animales silvestres son los centinelas de la salud del mundo. Representan a la vez un blanco y un reservorio de enfermedades capaces de infectar animales domésticos y humanos: es decir, que pueden transmitir enfermedades y, a la vez, verse afectados por ellas. Por consiguiente, es indispensable poseer un mejor conocimiento de las enfermedades presentes en los animales silvestres, además de conocer sus mecanismos de transmisión hacia y desde los animales domésticos y el hombre, con miras a instaurar medidas de control apropiadas.
Sin embargo, la detección y el control de enfermedades en la fauna silvestre pueden presentar muchos desafíos. De manera general, los síntomas y signos no son tan evidentes como podrían ser con los animales domésticos, y las muestras de fauna silvestre son más difíciles de colectar y analizar en los laboratorios. Además, el seguimiento y la vigilancia pueden resultar aún más complicados, puesto que muchos de los animales silvestres son migratorios y no les limitan las fronteras jurisdiccionales.
El vínculo entre los animales domésticos y los animales silvestres puede llegar a ser realmente estrecho. Las enfermedades pueden transmitirse fácilmente entre ellas y el impacto de la enfermedad en la fauna silvestre también puede afectar al medio ambiente.
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