Recomendaciones para el uso de subproductos agroindustriales en porcicultura
Los subproductos son una fuente de nutrientes alternativa a las materias primas tradicionales que pueden ayudar a reducir los costes totales de alimentación y la contaminación ambiental.
Un subproducto queda definido como aquel producto no principal, obtenido en un determinado proceso, y que tiene o puede tener ciertas aplicaciones o aprovechamientos. Los subproductos también pueden generarse antes del procesado como desechos durante la preparación de determinados productos o materias primas para su posterior elaboración.
Su utilización en alimentación animal no beneficia únicamente a la industria ganadera, sino también a la propia industria de alimentación humana, de donde proceden estos subproductos, con un ahorro económico significativo debido a que se evita el coste derivado de su gestión y eliminación, y a su vez se previene la polución derivada de su destrucción. Hay que tener en cuenta que estos subproductos serán una fuente de nutrientes alternativa a las materias primas tradicionales, siempre a menor coste, si consiguen mantener o no empeorar significativamente los rendimientos productivos de los animales (Crickenberger y Carawan, 1996), además de reducir tanto los costes totales de alimentación como la contaminación ambiental (Scholten et al., 1999).
Utilización actual de subproductos
La información disponible sobre la cantidad y tipo de subproductos utilizados en cada país es muy limitada y diversificada según la especie de destino, así como el tipo de ración en la que serán finalmente incluidos. En los Países Bajos encontramos uno de los mejores ejemplos de la utilización de subproductos, donde se estima que cerca de 2,5 millones de toneladas de subproductos se usan anualmente en granjas (Scholten et al., 2000). En el norte de Francia la cantidad de almidón de trigo líquido, suero de quesería y piel de patata reutilizados se estima en 0,5 millones de toneladas por año. También en Suiza se están utilizando alrededor de 1,3 millones de toneladas de suero de quesería, y aproximadamente 1,7 millones de toneladas en Dinamarca (Scholten et al., 2000). En España los subproductos más comunes suelen ser los derivados lácteos (sueros, yogures y sus mezclas), los derivados de la industria del alcohol (levaduras y bagazo de cerveza) y los subproductos de la industria del pan y la bollería (harina de pan, de galleta y sus mezclas). A parte de estos, hay muchos más, no tan convencionales, pero también utilizados en ganadería, como son los subproductos de la industria de la patata, del procesado de la soja, de los frutos secos o de los caramelos. (Llanes y Gozzini, 2013).
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